domingo, 25 de abril de 2010

Quirófanos

Todos los días estoy viendo gente enferma, y con una enfermedad que destruye vidas de una manera alarmante. El quirófano es algo rutinario, un paseo en barca para ellos. Pero ahora me toca a mí, y aunque luche contra la preocupación y los nervios, están ahí, latentes, siempre en situación de alerta "por si acaso".
En el fondo se que no tengo de qué preocuparme, que estoy en buenas manos, que es cosita de poco y en una hora volveré al mundo real. Pero esa sensación anestésica de oir voces lejanas y apagarte poco a poco debe ser horrible. Sólo pensarlo me aterra.
La cuenta atrás comienza

lunes, 12 de abril de 2010

Rutinario

No he sabido nunca valorar lo que tengo. Mi espíritu busca algo más, algo más trascendental, algo más que amigos, algo más que rutina, algo más que vuelta a la ciudad cada domingo por la tarde, algo más que un hospital de lunes a viernes, alguna inquietud más por la que luchar, algo que de verdad me de ganas de vivir.
Y, ¿qué es eso que tanto espero? No lo se.
Ahora se me presentan nuevos retos, muy grandes algunos de ellos, para los que espero y debo estar preparada, y para los cuales necesitaré mucha ayuda fuera de mi yo interior.
Pero no me basta con eso. Es insuficiente. No logro centrarme en lo que debo, es todo taan superficial. Y tan rutinario. Me atormenta.
Se que mi cabeza da más vueltas de la cuenta, y me gustaría que no fuese así, pero confío en que ese algo me llegará, sea lo que sea.

domingo, 11 de abril de 2010

Plora

11/4/2010 4:19 a.m

Realmente es extraño lo que siento en estos momentos, en parte decepción, en parte paso de ti, en parte me importas. Poco a poco me voy dando cuenta de que de nada sirve estar así. No por ti. No me has demostrado nada, positivo claro, para que tenga que "rallarme" por cosas que para otros son “tonterías”. Te digo adiós temporalmente. El deber y mi propia salud me llaman. Aunque, inevitablemente, volveremos a vernos.
Adiós, adiós, adiós.

¿Qué sonará donde tú estés?
¿Qué pensarás de nuestros sueños?
¿Quién te dirá cómo volver?
¿Quién jugará a ser tu dueño?

Nunca es para siempre

viernes, 9 de abril de 2010

Raises the blind

La cama a medias y yo blogueando.
Hoy no me ha costado tanto levantar la persiana. Como que estoy más animosa. No será por este costipado horrible que ha vuelto mi voz como la de un camionero.
Me quedan pocas vacaciones. Y quiero aprovecharlas. Con vosotr@s.
Respecto a ti, cueste lo que cueste, voy a hacerlo, cueste lo que cueste.
Porque hay un gran libro que me ha inspirado, y con el que me siento muy pero que muy identificada. "Rafaela" es como mi historia paralela. Y el destino ha querido que tenga yo que leérmelo, en una sala de hospital, para reflexionar a gusto y en silencio. Y en estos días, donde tanta falta me hacía algún modelo a seguir, algún consejo que recibir, aunque sea en forma de libro.
Hoy estoy inspirada. Me esperan muy buenos meses por delante, de cambio y adaptación. De esfuerzo y sacrificio. Pero al final, todo valdrá la pena. De eso estoy completamente segura.

miércoles, 7 de abril de 2010

Lof

Verte y acelerarse el corazón.
Pupila con pupila y echar a temblar.
Mirar y que estés mirando.
Y quitar la mirada a la vez. No se si por verguenza o por timidez. O por las dos cosas.
Pero en el fondo me encanta.

Las verdaderas historias de amor, ni son fáciles, ni vienen solas.

martes, 6 de abril de 2010

Agazapado espero como una rata, bajo las piedras escondido, porque a la vida era lo unico que le da sentido

Acostumbrado a escapar de la realidad
perdí el sentido del camino
y envejecí cien años más de tanto andar, perdido

Y rebusco en la memoria el rincón, donde perdí la razón
y la encuentro donde se me perdió, cuando dijiste que no

Hice un barquito de papel para irte a ver, se hundió por culpa del rocío
y me pregunto cómo vamos a cruzar el río

Y me busco en la memoria el rincón, donde perdí la razón,
y la encuentro donde se me perdió, cuando dijiste que no

Sin ser, me vuelvo duro como una roca, si no puedo acercarme ni oir
los versos que me dicta esa boca. Y ahora que ya no hay nada ni dar
la parte de dar que a mi me toca, por eso no he dejado de andar

Buscando mi destino
viviendo en diferido sin ser
ni oir
ni dar
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo
y así sintonizar...

Para contarte,
que quisiera ser un perro y oliscarte
vivir como animal que no se altera
tumbado al sol lamiéndose la breva
sin la necesidad de preguntarse
si vengativos dioses nos condenarán
si por tutatis, el cielo sobre nuestras cabezas caerá...

lunes, 5 de abril de 2010

¡Cuánta decepción!

Me has decepcionado. Un poquito más si cabe de lo que ya estaba.
Además ha amanecido nublado dentro, aunque no fuera de casa.
Ahí florecían ya los capullos tras la llegada de la primavera. En cambio, una sensación de angustia y decepción (mucha decepción) sumada a un gran revoloteo hormonal han hecho que el despertar no fuese muy agradable.
Y os preguntaréis por qué esa sensación. Pues bien, de amores va la cosa.
Al cabo del día sólo unas poquitas personas han sabido darle su toque de color, que tanto necesitaba una tarde dominguera como la de hoy.
Debería replantearme pensar que cada momento tiene tanto color como tú quieras darle. Pero me cuesta, me cuesta más de lo que creía.
Por ahora, necesito a esas personitas cerca. Y dejar que el día a día se llene de color.
Hasta que mi mente sepa utilizar bien los colores plastidecor, miraré cómo la primavera florece ahí fuera.