domingo, 28 de febrero de 2010

Pura química

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La reacción fulminante que se produce cuando nos encontramos ante la persona amada no es asunto del corazón solamente. El amor o, más bien, el enamoramiento, es una reacción química que se da en el cerebro y en la que ntervienen distintos neurotransmisores y hormonas. Algo que puede ser tan adictivo como cualquier otra sustancia estupefaciente.

Para él, en este acto intervienen 2 factores cruciales: la atracción física y sexual -con base bioquímica- y una compatibilidad en los patrones emocionales, sociales, culturales y educacionales de los dos amantes. Cuando estas variables coinciden se produce la reacción en el cerebro. Las hormonas sexuales también juegan un papel fundamental en la relación sexual, pero hay más.

Dentro del sistema límbico, se encuentra el hipotálamo, un pequeño órgano responsable de imprtantes funciones y conductas en el ser humano. En el interior de este órgano, además, se libera el ingrediente esencial del enamoramiento, un neurotransmisor llamado feniletalimina (FEA). Se produce de forma natural en el cerebro y de una manera tan simple que incluso un cruce de miradas o un apretón de manos puede desencadenarla.

Por tanto, reacciones como eurofia, exaltación y bienestar son características cuando la química del amor entra en juego.

Se cree que la dopamina es la responsable de esa sensación de placer y bienestar. Por su parte, la norapinefrina, similar a la adrenalina, hace que el corazón se acelere y se sienta esa sensación de excitación.

El enamoramiento en los hombres se activa por estímulos visuales, mientras que en las mujeres entran más en juego la memoria y los recuerdos.

Además, las actividades cerebrales que se producen cuando se está enamorado sólo suceden una vez en la relación de pareja. Esto explica por qué, pasado un tiempo, la pasión deja paso al cariño y apego.

Por qué se dice que el amor es ciego: cuando estamos eamorados, un área del cerebro, relacionada con el miedo, se desactiva. Es por esto que no vemos los aspectos que no nos gustan y aceptamos el resto.

Pero, ¿quién desencadena esta descarga de neurotransmisores y hormonas? Los expertos intuyen que son las feromonas: sustancias químicas inodoras que tienen como única misión afectar nuestro comportamiento sexual y atraer al sexo opuesto.

Aún así, ¿explicarían éstas por qué nos enamoramos de determinadas personas? No hay una respuesta concreta, pero se especula que se tiende a sentir atracción hacia aquellos que nos recuerdan a nuestros padres o, incluso, a nosotros mismos.>>

sábado, 13 de febrero de 2010

Que el que mande sea siempre el corazón


He mirado al sol, con cara de no haber dormido, y me pregunto ¿qué se ha jodido? que ya nada es igual.
He buscado la inspiración, leyendo un poeta, que abriera en mi torpe cabeza más puntos de estimulación.
¡He decidido volar!

He decidido darle portazo a otra fase de mi vida, que es buen momento pa iniciar otra partida, en mi cadena he colocado otro eslabón.
Me he dado cuenta que es más sincero ser falso con uno mismo, que no asfaltar los recuerdos del camino, ahora me queda convencer al corazón.

Pero, ¿cómo le digo al que tanto ha luchado, que late día y noche por cosas que ya he abandonado?

Quiero que seas el que baila cuando llueve, que des abrazos cuando pierdas los papeles, que seas tan claro como un pacto con el mal.
Hacer la hoguera que nos renueve y destruya los rencores,
a ver la vida con los ojos de colores, ¿no te das cuenta que no quieres tú cambiar?

Mirando al cielo pude ver, que aquel azul no iba a volver, da igual que pienses, si en mi vida ya no cabe la ilusión.
En un instante oí tu voz, de nuevo he vuelto a ser yo, y he decidido...

¡que el que mande sea siempre el corazón!

Me he dado cuenta que aunque en la vida aparezcan nubarrones, daremos saltos, bailaremos sin temores, y te agradezco que me enseñes a mirar.